Los Fantasmas del Palacio de Linares.

  Los Fantasmas del Palacio de Linares.


Cada día me es más difícil desplazarme a investigar y filmar casos paranormales. Muchos compañerosuniversitarios ya no trabajen campo y no nos vemos, otros están diseminados por el mundo y yo la verdad a mi edad y junto a mi mujer en Facatativá en Colombia me dedico más a leer lo interesante que publican otros investigadores y analizarlo, y de vez en cuanto escribir sobre lo que casi treinta años de investigador y estudioso he podido realizar.

Dejarme que os cuente un hecho real que viví con mis amigos en los años noventa, que como mínimo os hará pasar un buen rato a los aficionados a la parapsicología y casi seguro que los profesionales han oído de él.

Todos recuerdan lo que pasó en Madrid España alrededor de uno de los palacios que está en la plaza de Cibeles, el Palacio de Linares en la Plaza de Cibeles. Si no es así déjenme que les recuerde la memoria contándoles un poco la historia.

En plena plaza de Cibeles de Madrid habitan, según la leyenda y en el tiempo que llegué a vivir y visitar (Era muy joven), unos de los huéspedes sobrecogedores más famosos de Madrid: la pareja formada por Raimunda Osorio, José Murga y Raimundita que como supondrán era la hija o por lo menos así se decía.  José Murga y su esposa, fueron los primeros marqueses de Linares y los señores originarios del palacio. Este edificio seguía el patrón de los constructores de este tipo de edificio de su época. Pero en la época en la que hablamos mediados del siglo veinte Consta de cuatro plantas abandonadas, incluso corrió el riesgo de ser destruido durante la contienda Civil. Su salvación fue ser declarado Monumento Histórico Artístico en 1976 cuando tenía el que escribe dieciséis años. El palacio se salvó de ser derribado por los pelos y en 1992, en el aniversario del descubrimiento de América, se decidió que la Casa de América tuviese allí su sede.

Pero entremos en su leyenda que para muchos ya se ha olvidado. Son numerosos los evidencias que muestran que pasan cosas raras en el inmueble. Puertas que se abren y cierran solas, muebles que se mueven solos de sitio delante de los vigilantes nocturnos, ruidos extraños, figuras que se pasean por sus estancias ante los ojos atónitos de los vigilantes y guardas de seguridad. Se dice que son los fantasmas de los propietarios y su supuesta hija, que tiene una curiosa historia que con su permiso les voy a contar.

Según parece José Murga se enamoró de Raimunda hija de una humilde vendedora de cigarros en la calle. Cuando José le dijo a su padre Mateo Murga, su propósito de casarse con la innoble, éste el padre, se opuso radicalmente pues finalmente la chica era su propia hija que había nacido fruto del matrimonio en un amor de juventud. Con lo cual, ambos eran hermanos. ¡Bonita historia ¡


Tras la muerte de su padre, el Vaticano y con dinero por medio como siempre, les concedió una bula especial para contraer matrimonio Casti convivere o dicho en español entendible por todos (en casta convivencia). Pero el amor y la pasión que se profesaban hicieron que no pudieran cumplirla teniendo como primer hijo una mujer y no el hombre deseado. La pequeña Raimundita fue asesinada y emparedada según nació y así ocultado este incesto. Mala fue la suerte que a partir de tan lamentable hecho vivió la pareja pues muchos fueron loa avatares que a partir de ese momento se vivieron en el palacio.

En aquella época lo que dijese el padre era palabra de orden y mando y sino querías ser desheredado la acatabas como hijo sin ningún remilgo o mala cara.

Han pasado muchos años y el edificio se remodeló y hoy como saben y así he abierto este relato real, es la actual sede de la Casa de América.

“Los espectros de ellos tres son los que se pasean por el Palacio de Linares, pero sus guardianes uniformados o bien porque ya no se ven errantes por la noche, o porque tienen orden de callar o simplemente porque fueron el fruto de la imaginación, ya no se supo más de ellos…

Gracias por leerme y el próximo reportaje vendré con más fantasmas y leyendas. 

Profesor Laurentino Martín Villa.