Soy un outsider que despotrica bastante del (viejo) marketing en todos los foros.
Para dar fundamento a mis ideas, me inspiro en una pregunta que ronda en mi cabeza hace tiempo y que comparto con vosotros: ¿Alguno ha sentido alguna vez que NO es honesto con lo que vende? Una duda muy pertinente si hablamos de Marketing y de ahí parte todo…
Como siempre, me interesan mucho más los principios, los fundamentos y la filosofía que están detrás del Marketing que las herramientas. Por eso defino el “marketing 2.0″ como aquel que se inspira en una actitud 2.0 para aprovechar al máximo las herramientas de la web social.
Esta definición se puede completar con algunas de las características que identifican al Marketing 2.0 con:
a) Humano,
b) Transparente,
c) Empático,
d) Interactivo,
e) Genuino,
f) Multicanal,
g) Abierto,
h) Participativo,
i) Centrado en las recomendaciones.
El marketing tiene que cambiar por narices, ¿Por qué? Porque están cambiando los consumidores. Como dice Douglas Rushkof “la interactividad (y yo diría también la Web 2.0) ha hecho trizas el monopolio que el narrador tenía sobre la narración“. La gente de marketing ha perdido también ese monopolio, porque ahora se construye y se “negocia” en comunidad, con los usuarios que también quieren participar con su voz. Ya no hay forma de callar a nadie, así que ¡¡mejor escucha!!
El marketing no puede dar la espalda a un mundo donde los nuevos clientes (sobre todo los nativos digitales) son:
a) menos fieles,
b) más desconfiados con la publicidad,
c) más sensibles a las recomendaciones de sus iguales (P2P),
d) más rebeldes para reclamar su libertad de elección,
e) más independientes,
f) mejor informados,
g) más charlatanes digitalmente hablando,
h) más selectivos, porque tienen más opciones… y herramientas para bloquear al que no les gusta.
El listado de calamidades es amplio, y los síntomas de la enfermedad del (viejo) marketing son evidentes:
a) Se prima el corto plazo, la venta rápida,
b) Todo el mundo intenta ser quien no es,
c) Se trata a los clientes como tontos,
d) Las campañas se diseñan en despachos por “expertos” que están lejísimo de entender al cliente,
e) Las investigaciones de mercado se dedican a preguntar, cuando tendrían que observar,
f) Los mensajes parecen enlatados, sin alma ni sensibilidad,
g) Nadie se preocupa realmente de comunicar a través de buenos productos, que es también un asunto de marketing, por si se han olvidado.
¿Los sigues practicando? ¡Estás perdido!.
¡¡Tu empresa a partir de ahora es lo que la “experiencia de usuario” diga, y NO lo que anuncies en tu publicidad!! Que no te hablen las agencias tanto con modismos y anglicismos como si de ahí saliese el maná del consumidor y se basen en hechos, en concebir productos que generen la mejor experiencia de usuario posible. Y que dejen de repetir la frase manida de que “hay que cambiar (o manipular, que es lo que quieren decir) la percepción” cuando es el pensamiento comunicativo sobre la realidad del producto el que pide a gritos un cambio radical (y de paso que cambie su responsable, que un poco más de honestidad le vendrá bien).
Realmente cada día voy perdiendo más “amigos” de los de antes que seguramente me negarán más de tres veces. pero… ¿Y lo bien que me siento desde que me dio la fiebre de decir lo que pienso que es y no lo que nos gustaría que siguiese siendo?