El tablero
Ouija tiene un puntero movible en medio del tablero de juego, normalmente de
forma triangular, aunque también se puede utilizar un simple vaso. Todos los
jugadores se colocan alrededor de él y se comienza la sesión espiritista
invocando a la persona muerta que se quiere contactar.
Todos los jugadores ponen s dedos
índices sobre el triángulo y esperan a que los espíritus se conecten. En cada parte
del tablero hay un “sí”, un “no”; arriba un “hola” y abajo un “adiós” y en
forma circular las letras del abecedario en el idioma que corresponda, para
nosotros el español. Para empezar, llamémoslo el juego, cada persona que está
participando hace una pregunta, y espera a que el puntero se mueva marcando las
letras en la mesa hasta que junta creen una palabra comprensible o una frase.
Todo empezó a principios
del siglo pasado cuando se puso de moda este juego, aunque con el tiempo se convirtió
en un negocio para algunos desalmados que hicieron el agosto con él. Un supuesto científico de aquella época de la
que verdad no sé su nombre, orgulloso de lo conseguido hizo que su entorno se
llenase de oscurantismo y toda persona con creencias en fantasmas y el más allá
se acercó al juego Ouija y viese sus anhelos conseguidos.
Rápidamente se dio
cuenta del poder que tenía sobre aquella persona que creía que atreves del panel
de madera podía comunicarse con los muertos. Consideraba al hombre como único
dios de la creación, que él mismo empezaba a dominar y modelar. Las religiones
occidentales principalmente las bíblicas se pusieron en contra de jugar con
ella, realmente no sabían que decir pues no sabían porque se movía el vaso, lo
que no podían permitir es que los hombres se saltara el poder de los eclesiásticos
y se comunicaran directamente con los muertos.
Sin caer en
demasiadas simplificaciones de un tema tan importante como la existencia de
dios y las religiones descendientes de la judaica principalmente, hay que
reconocer que un simple trozo de madera puso en jaque a religiones que llevaban
siglos constituidas y eran en muchos casos, el pilar de sus culturas.
Fue en aquella
época donde los más esnob mezclaban a los gurús nacidos de la nada que
practicaban nuevas religiones, decían que asiáticas, con fantasmas, curaciones,
ritos satánicos, etc. Se trataba de buscar una nueva colección ideológica en
religiones normalmente de oriente. Eran los tiempos de gurús “asiáticos” que, viajando
por América y Europa, llenando auditorios. El hombre cansado de lo mismo, más
cuando la filosofía buscando ideas nuevas esotéricas y ocultas, sabidurías
perdidas, etc. esperaba satisfacer la necesidad de un algo que se encontraba más
allá de lo puramente material e inmediato.
“Señoras y
señores” las nuevas religiones eran más divertidas.
Sin caer en fáciles
deducciones de la historia y gracias a que las comunicaciones y el periodismo acercaron
al mundo, existió una mayor mezcolanza de ideas en las sociedades cambiándolas
para siempre, algo que las iglesias no han sabido hacer.
Hoy la noticia
vuela y los gustos no tienen un orden, con lo cual no nos tiene que extrañar
que a veces en la misma sociedad y en generaciones completas, la religión ésta
desprestigiada por ideologías masónicas, tendencias de pensamiento y por lo
tanto fuertes influyentes. Hoy debemos de buscar un nuevo repertorio ideológico
en religiones pues las occidentales pierden terreno y tenemos que entender que
el cambio en occidente se empezó a dar a principio del siglo pasado en
occidente.
Actualmente es
el tiempo de las corrientes en donde no se cree en nada espiritual, de otra manera,
pero casi retrocediendo a la época hipee mal comparada. “Hoy adoramos más al dios
dinero” Donde los espiritualistas, el redescubrimiento de los cristianismos
gnóstico con sus mezclas y el sincretismo entre otros, están tomando un lugar
natural en la sociedad occidental.
En tierra
americana es sorprendente la dispersión y proliferación de formas nacidas de
sus creencias antes del catolicismo conquistador que vuelven a sus tierras.
Pero no tenemos que dejar atrás las importadas y nacidas del cristianismo que
quieren su tozo espiritual y económico protestantismo clásico, especialmente en
la nueva tierra americana, el nacimiento de los adventismos, la teosofía, la
Ciencia Cristiana, el mormonismo, y con ellos multitud de grupos y “grupúsculos”
de cariz prodigioso, que se aprovechan de la ignorancia de este pueblo y que
tiene mayoritariamente claro que el catolicismo no lo quiere.
Empieza
actualmente en el occidente mal llamado por su clasificación, toda una suerte
de deseos de un más allá que la ciencia científica y materialista, cada vez más
apabulla, niega y ridiculiza.
Laurentino Martín Villa.