En este artículo queremos transmitiros la
importancia de la función financiera en la empresa y en concreto para el emprendedor a la hora de poner en marcha su start-up. Es muy
conveniente que el emprendedor cuente con una adecuada cultura financiera
empresarial.
La apropiada elaboración de un plan
financiero empresarial asegurará el uso más eficiente de los recursos de
nuestra compañía, además nos ayudará a lograr los objetivos de la organización
para que esta sea sostenible en el tiempo. Organizando este plan podemos
visualizar cómo debe maniobrar el área financiera de modo que permita calcular
la rentabilidad y viabilidad del negocio, qué beneficios va a crear la
inversión realizada y establecer el presupuesto integral emplazado para llevar
a cabo el proyecto. Este plan soporta las decisiones de la organización, tanto
estratégicas como financieras, para que sean de superior calidad en función de disminuir
el riesgo del proyecto.
La planeación financiera funciona como un tablero
de ajedrez, tenemos que mover cada una de nuestras piezas (o áreas de la
organización) para conseguir los objetivos de nuestro negocio en el corto,
mediano y largo plazo y tomar o coger la delantera al efecto que cada uno de
estos movimientos tiene en el resto de las áreas, vaticinando los posibles
cambios que pueden afectar, directa o indirectamente, a nuestra compañía.
Organizar un plan financiero nos permite
comprender y visualizar la estrategia completa del negocio en tres niveles
fundamentales: decisiones sobre comprometer recursos o inversiones, estructurar
el capital (o préstamos requeridos) y precisar los beneficios para los
accionistas.
Con la creación del plan financiero podemos
lograr mayor comprensión del proyecto de creación de empresa, tener la
capacidad de apreciar y cuantificar las circunstancias futuras del negocio para
la toma de decisiones apropiadas, cuantificar y cualificar los peligros
asociados a la operación del proyecto, valorar el modo de maniobrar y las
estrategias examinadas dentro del plan de negocio para traducirlos a términos
financieros y contar con unos cimientos estratégicos para la creación de
empresas sostenibles en el tiempo.
Por eso te comparto a continuación algunos
consejos a tener en cuenta a la hora de constituir un plan financiero
empresarial:
Abarcar los elementos básicos que debe tener
un plan financiero. Estos elementos se disponen por: la
cuenta de resultados, el plan de inversiones, el balance general y el flujo de
caja, preferiblemente de 3 a 5 años de planeación. Además, debe responder a 4
preguntas fundamentales: ¿Es viable el negocio? ¿Cuánto financiamiento requiere
y cuándo será necesario? ¿Qué tipo de financiamiento se requiere? ¿Quién
proveerá el financiamiento?
Definir claramente los parámetros o
variables, tanto internas (de la empresa) como externas (factores
macroeconómicos, políticas legales), que impactan los resultados de la
organización. Es importante realizar una evaluación
previa o diagnóstico con el fin de conocer las condiciones y situaciones a las
que está y estará sujeta la empresa y de esta manera poder cuantificar y
controlar los posibles riesgos asociados a nuestro negocio. De estos depende,
en gran porcentaje, la proyección y el éxito del plan financiero.
Evitar la proyección de ingresos muy elevados
que no estén acordes con los costos y gastos. En el campo del emprendimiento no está
de más ser optimista, sin embargo, debemos cuidarnos de caer en el error de
realizar una proyección de ingresos alta que no considere los gastos e
inversiones constantes de nuestra organización en el tiempo.
Estimar la vida útil de los activos fijos de
la organización y posteriores inversiones en los mismos. Las empresas que no tienen en cuenta la
obsolescencia programada de los activos iniciales se encuentran más tarde con
la falta de presupuesto de capital para la adquisición de propiedad, planta y
equipos que permitan el aumento de la capacidad productiva, tanto para acoger
al nuevo personal que servirá en la organización, como para afrontar el aumento
en la demanda de los bienes y servicios que ofrece la empresa.
Tener en cuenta el flujo de caja libre del
proyecto para la distribución de utilidades, en lugar de basarse sólo en la
utilidad neta del negocio. La distribución de utilidades debe fundamentarse en 4
aspectos esenciales: capitalización de la empresa, liquidez para el pago de los
dividendos, inversiones de las utilidades en proyectos de ensanchamiento de
planta, fortalecimiento del patrimonio y de las finanzas de la empresa en
general. Si la distribución de dividendos se realiza con base en la utilidad
neta, el flujo de caja libre operacional será negativo, lo que conllevaría a la
empresa al endeudamiento para cubrir las futuras inversiones en activos fijos,
trabajadores, etc.
Estipular los límites de la capacidad instalada
en planta antes de proyectar el aumento de ventas, de modo que no se salga de
las manos de la organización. El incremento de las ventas no solo supone mayor
flujo de ingresos sino también aumento de la producción y necesidad de nuevas
inversiones, es por ello que, si no se tienen planes de ampliación de planta,
es importante que las ventas no superen la capacidad instalada.
Estimar las posibles pérdidas iniciales que
generan causal de disolución por su representatividad frente al capital. Es clave tener en cuenta estas pérdidas para
estructurar el plan financiero, pues muchas veces los primeros años de
funcionamiento de un negocio deja resultados negativos, donde las pérdidas
presentadas superan el capital aportado o el patrimonio neto, conllevando así a
la disolución de la organización.
Definir los costos de manera concreta y veraz. Es necesario establecer todos los
posibles gastos que genere nuestro negocio, tales como prestaciones sociales y
obligaciones de seguridad social para la mano de obra directa, materiales de
empaque del producto, valor de la materia prima por unidad y la depreciación de
la propiedad, planta y equipos. Recuerda que este proceso no debe ser
intuitivo, sino que debe estar respaldado por cotizaciones actuales y cifras
reales.
El plan financiero es una gran herramienta
para comprobar la salud financiera de nuestro negocio y ver cuáles son
nuestras necesidades actuales y futuras. Esta planeación sirve como panorama
para identificar los recursos que necesitamos a la hora de ofrecer
nuestros productos o servicios y la capacidad de producción con la que contamos
durante un tiempo estimado. Así, se calculan los ingresos que podemos llegar a
obtener, se identifican las fuentes de financiación a las que se deba
recurrir en caso de ser necesario y el momento indicado para hacerlo. Es
importante haber definido previamente el plan de negocios de nuestra empresa,
pues la articulación del plan financiero con este repercute directamente en el
proyecto.
Referencias a las que te puedes
dirigir:
Correa, J. Ramírez, L. Cataño, C. (2015) La importancia de la
planeación financiera en la elaboración de los planes de negocio t su impacto
en el desarrollo empresarial. Recuperado de:
http://www.scielo.org.co/pdf/rfce/v18n1/v18n1a11
Pastrana, C. (2016) Cómo crear el plan financiero de tu empresa: 5 puntos clave. Recuperado de http://comunidad.iebschool.com/iebs/finanzas-2-0-y-control/como-crear-plan-financiero/