El universo de los
social media se expande, al mismo tiempo que lo hacen las herramientas que lo
propician. Frente al increíble crecimiento que se está experimentando en el
área de las herramientas de comunicación social, “las organizaciones necesitan
hacer sus investigaciones, entender sus objetivos y tener un claro mapa de ruta para el desarrollo que les ayude a encontrar lo que
encaje en su negocio”. “¿Hay mucha
elección? No creo.
La elección alimenta la competencia, lo que alimenta la
innovación. Y eso es lo que necesitamos para tener éxito”, innovación de ideas
y generación de estructuras para realizarlas.
Se sigue hablando sobre las redes sociales como
si estuviera dando sus primeros pasos, cuando lo que realmente está pasando es
que sin entrar en su madurez sí está creciendo como todo su entorno a
velocidades astronómicas en una evolución e innovación
constante”. Cada vez aparecen más herramientas diseñadas para todo
tipo de actividades diferentes y por lo tanto aunque las herramientas de
medición también crecen casi a la misma velocidad que demanda esta realidad,
ahora el problema es saber que es lo que se necesita de esas herramientas desde
la individualidad también de las empresas dependiendo de sus estrategias aún
por crear.
Pero hablando de comunicación no hace falta
exponer a estas alturas que la necesidad de generar un plan de trabajo, la
estrategia de comunicación es imprescindible y actualmente ya no existen
estándares fáciles de asimilar y seguir para conseguir los objetivos. Ya no hay
una única dirección, una hoja de ruta sino infinitas, son incontables las
posibilidades a poner en práctica en los aumentados canales de comunicación.
Miles de ideas conmutables con miles de herramientas, cientos de miles de
posibilidades se realimentan si las volvemos a conjugar con las posibilidades
de engranar medios y acciones sobre una misma idea, necesidad u objetivo,
abiertos en posibilidades y acciones ante nuestros ojos para que se pueda
racionalizar en un estándar.
Cada empresa, cada individuo, cada sector está
dentro de un concepto único al igual que el consumidor, que necesita de la
generación de historias que los asocie en un conjunto de pasiones, intereses y
acciones diferenciadas y diferenciadoras. Lo que se hace hoy deja de ser
novedoso según se ha terminado de realizar y por lo tanto necesita de otra
acción revolucionaria para ahora mismo.
De ahí que la aparición de los nuevos gabinetes
de investigación, laboratorios, talleres empresariales que se dediquen desde
dentro de las empresas a desarrollar sus propias estrategias de comunicación
ante sus exclusivas necesidades son una realidad todavía no descubierta por las
empresas que sobreviven al caos de lo que venimos denominado social media, y
que los servicios ofertados hasta ese momento por la empresas tradicionales y
de reciente aparición, no son aún lo suficiente contundentes y claros en sus
acciones para dar soluciones a las individualidades de cada una de las empresas
y mercados en competición natural.
El concepto de agencia de medios se ha modificado no solo en denominación sino
en la utilidad de su significado. La revolución de la concepción y el
pensamiento que la sociedad media hace que las plantillas que se generarían a
partir del esquema trasnochado llevado al actual concepción de comunicación en
los medios, las imposibilite en saturación no solo de ideas sino de consecución
de las mismas ante los retos que está implicando las soluciones media y las
herramientas a utilizar en el ámbito estratégico comunicativo.
Por lo tanto me atrevería a decir en voz alta, que un nuevo reto aparece en las empresas y sus necesidades comunicativas. La creación de sus propios gabinetes de trabajo para encontrar sus exclusivas soluciones será una opción a tener en cuenta, no solo desde el punto estratégico comunicativo, sino en esta primera fase, también desde el planteamiento económico.